Sin lugar a dudas la lucha contra la temporalidad es uno de los objetivos más importantes de la reforma laboral 2021, si no el eje vertebrador del conjunto de cambios normativos. Aunque es pronto para poder realizar una evaluación de la reforma (de hecho, la primera oficial no está prevista hasta 2025, conforme a lo dispuesto en el Art. Uno.Doce RDL 32/2021), aprovechando la entrada en vigor de los cambios normativos relativos a la contratación, este post se centra en realizar un primer análisis de los datos relativos a la contratación indefinida. A priori, habría que pensar que de haber alguna reacción captada por los datos, debiera producirse a partir de ahora aunque, como vamos a ver inmediatamente, existen razones para pensar que las empresas ya estarían adelantando su adaptación al cambio normativo, lo que nos permite vislumbrar algunas líneas de tencencia en lo que hace a la hipotética efectividad de la reforma en este concreto ámbito.
Comenzando por la contratación indefinida, de acuerdo con los datos del SEPE, en enero se ha incrementado un 91% respecto del mismo mes del año anterior, mientras que en febrero lo ha hecho un 139%. Si extendemos el ámbito temporal de análisis, lo cierto es que la tendencia positiva de la contratación fija no cambia. La media del período 2015 – 2021 se ha situado en torno a los 132.000 contratos indefinidos al mes, lo que implica que febrero de 2020 se habría situado 140% por encima de la media de este período.
Además, este incremento notable de la contratación indefinida se ha producido a costa de la contratación temporal, lo que se ha traducido en un avance del porcentaje que esta modalidad contractual representa en el conjunto de los contratos. Si aquella solía moverse entre el 10% y el 11% del total de contratos registrados, en lo que llevamos de 2022 el porcentaje de contratos fijos se habría doblado hasta alcanzar el 21,9%, tal y como puede comprobarse en el siguiente gráfico.
Gráfico 1. % de contratos indefinidos respecto del total de contratos

Este avance de la contratación indefinida es generalizado en todos los sectores productivos, tal y como puede verse en el siguiente gráfico. Aún así, el sector que vería crecer la contratación indefinida con mayor intensidad sería la agricultura, con un 163% más; seguida de la construcción, que avanza un 109%; los servicios, con un 73% más; para cerrar con la industria, un 57%, aunque este es frecuentemente el sector con mayores niveles de contratación indefinida, por lo que resulta lógico que ahí los avances sean menores. No obstante, en relación al sector de la construcción debe hacerse una precisión. De acuerdo con la DT 3ª RDL 32/2021 y el art. 24 del VI Convenio Estatal de la Construcción, los contratos fijos de obra no podrán celebrarse a partir del 30 de diciembre de 2021, pero los que estuvieran vigentes en dicha fecha “resultarán aplicables hasta su duración máxima”, en los términos recogidos en el precepto convencional. Lógicamente esto va a provocar una suerte de efecto estadístico, pues lo que antes eran contratos de obra y, por ello, temporales, ahora se considerarán indefinidos por motivos inherentes a la persona trabajadora en el sector de la construcción y, por tanto, fijos. De acuerdo con los datos, parece que este efecto ya se estaría empezando a producir y, además, de una forma ciertamente notable, especialmente si se considera el pequeño tamaño que la agricultura tiene en términos de contratación y que, por tanto, la comparación más apropiada es con el sector servicios e industria.
Gráfico 2. Variación % contratos indefinidos por sectores. Feb20-Feb22.

En suma, nos encontramos ante el mejor mes de febrero de la última década en materia de contratación indefinida, tal y como se muestra claramente en el siguiente gráfico.
Gráfico 3. Evolución contratos indefinidos (febrero de cada año)

En este giro de guion estaría teniendo un papel muy destacado el contrato fijo discontinuo. En este sentido, si los avances anteriores son significativos, aún lo es más el experimentado por esta modalidad contractual, que han crecido un 348,52% en el último año. El siguiente gráfico muestra la variación, en términos absolutos y porcentuales, del número de contratos registrados respecto del mes de febrero del año anterior. Se comparan las modalidades de contrato indefinido, el ordinario, distinguiendo según se preste servicio a tiempo completo o a tiempo parcial, y el fijo discontinuo. La variación en términos absolutos se representa con un triángulo y se mide con el eje de la derecha, mientras que la que se realiza porcentualmente se fija con una barra cuya escala puede valorarse en el eje de la izquierda. Pues bien, como puede comprobarse, aunque los avances en términos absolutos de la contratación indefinida son mayores, pues los contratos indefinidos ordinarios, son más en número, en términos relativos o porcentuales quien destaca es el contrato fijo discontinuo.
Gráfico 4. Variación anual fijos discontinuos

Nótese, además, que la mayor parte de esta crecimiento se ha producido a raíz de aprobarse la reforma laboral. En concreto, en enero se firmaron 26.426 contratos fijos discontinuos, 9.709 contratos más que el mes anterior. Entre enero y febrero de 2022 se celebraron 74.014 contratos, esto es, el cuádruple de los que se celebraron en los meses del año anterior. El siguiente gráfico recoge esta punto de inflexión.
Podría pensarse en alguna especie de efecto coyuntural, dado lo inestable de la situación económica durante la pandemia. Sin embargo, si extendemos más en el tiempo el análisis vemos que los resultados no cambian. Si se comparan el número de contratos fijos discontinuos registrados en los meses de febrero de la última década, el mes de febrero que más se aproxima es el de 2020, con 16.152 contratos, es decir, alrededor de 30.000 contratos menos. Los mejores meses de la serie, que son precisamente los previos a este, 2019 con 14.287 y 2018 con 15.093, se sitúan en niveles muy similares, por lo que los podríamos considerar normales en una coyuntura económica positiva. De ser así y de mantenerse estos niveles en el futuro, estaríamos hablando que la reforma laboral habría propiciado un incremento de la contratación fija discontinua del entorno del 200%.
Gráfico 5. Evolución de los fijos discontinuos (2021-2022)

En suma, de seguir la tendencia observada en los primeros dos meses de aplicación del RDL 32/2021, habremos dado un paso muy significativo en la corrección de un problema que, como la propia reforma reconoce, ha durado casi cuatro décadas, sucediéndose un sin fin de cambios normativos que a penas han tenido una incidencia significativa en la reducción de la temporalidad. El análisis de los datos que vengan en los próximos meses nos darán la respuesta a este interrogante. Corroborar si nos encontramos ante un auténtico cambio de ciclo, como los primeros datos apuntan, resulta crucial, no solamente para poder calibrar el éxito de la reforma sino, lo que es más importante, para saber si hemos dado por fin el paso definitivo en la resolución de un problema, el de la temporalidad, que dura ya demasiado tiempo.
Nota: esta entrada se basa en la publicación que se publicará en breve en la Revista Crítica de Relaciones de Trabajo. A ella nos remitimos para un análisis completo.
3 comentarios en «Reforma laboral y contratación temporal: primeros datos»
Bueno, el cambio por lo que veo ha sido voluntario, han dejado margen. A LA FUERZA AHORCAN, ejemplo, si cierran todas las carreteras para ir a Sevilla y dejan abierta solo la A4 aun cobrando, adivina por que aumenta el trafico en la A4 y pagando. ¿Es la gente boba?. Pues eso
La reforma laboral que ha sufrido España recientemente ya ha repercutido en la sociedad. En este artículo se muestran datos de cómo han aumentado los contratos indefinidos en los diferentes sectores. Gracias por recuperar todos estos datos y plasmarlos en un artículo. Veremos como evolucionan los contratos con esta nueva ley.
Gracias por su comentario.
Daniel